Hasta finales del siglo XVII I la música instrumental estaba subordinada a la vocal. Kant afirmaba que la música sin texto era «placer más que cultura» y Rousseau la desdeñaba pues to que no permitía expresar ideas. Sin embargo, a principios del siglo XIX se produjo un cambio profundo: la música puramente instrumental empezó a considerarse un medio de conocimiento y se la valoraba precisamente porque era ajena a las limitaciones del lenguaje. En la música como pensamiento , Mark Evan Bonds analiza el origen de este cambio de mentalidad en los oyentes de finales del siglo XVIII y principios del XIX a partir de testimonios de la época y de una serie de fuentes — filosóficas, literarias, políticas y musicales — que nos descubren qué significó la música sinfónica para sus primeros oyentes. El resultado es una interpretación tan singular como rigurosa de las causas y los efectos de la revolución en la escucha y la recepción musicales.

La música instrumental es donde una pieza de música se escribe y se ejecuta sin letra o se le han eliminado las pistas vocales de la pieza original. Tales composiciones se realizan enteramente con solo instrumentos musicales. Bajo esta categoría también pueden caer otras piezas de música popular bien conocidas a las que se les ha eliminado intencionalmente la voz.